Hace más de cinco años, cuando estaba viviendo en Portugal, empecé a dibujar. Compré unas acuarelas de las que utilizan los niños y con folios de papel comencé a dibujar. Mi pasión por dibujar árboles en esa época resultaba inquietante. Solo dibujaba árboles. Con lápiz con boli, acuarelas...todos materiales muy sencillos. Entonces poco a poco me fui dando cuenta que para mí era terapéutico dibujar.
Hoy en día mi percepción del arte ha ido transformándose en un estilo más abstracto , pese que sigo dibujando árboles con delicadeza, mis emociones se traducen en figuras geométricas y en los colores.
Empiezo una obra en un estado de ánimo y los colores van acorde a esa emoción, pero conforme voy dando pinceladas, mi estado de ánimo cambia y mi obra se transforma. Empiezo con una idea que suelo destrozar por los impulsos inconscientes a los que me llevan mis manos y la música.
Soy autodidacta. Nunca he asistido a clases de dibujo y tampoco miro vídeos en internet para conocer nuevas técnicas. Voy experimentando por mi misma y descubro maneras de dibujar que posiblemente tengan un nombre técnico pero yo lo desconozco. Me interesa mi arte y mi manera de transmitir.